¡Dadme de Baja!
Qué fácilmente (todo nos lo hacen) contratamos y nos damos de alta y entramos como clientes en Bancos, Compañías telefónicas, Eléctricas, Editoriales, Clubes, Asociaciones, Centros de Enseñanza … etc. etc. ¡ y que difícil es darse de baja y salir¡
Lo cierto es que, sobre los papeles, nos explican que eso siempre lo podemos hacer cómodamente con una simple llamada de teléfono, pero muchas veces eso no es realmente efectivo y el tiempo pasa y pasa. En otros casos la baja es meramente formal y los datos se siguen utilizando sin nuestro consentimiento o conocimiento.
Nuestro consejo es que siempre que nos demos de baja en este tipo de registros y archivos, o bien queramos modificar o eliminar nuestros datos de esos lugares, que no nos entretengamos con llamadas de teléfono y similares sino que lo hagamos siempre por escrito tradicional: carta certificada y con acuse de recibo, conservando una copia con nosotros.
En la carta debemos dar nuestra orden de forma clara y rotunda, y podemos pedir que se cumpla de inmediato o en una fecha concreta, y advirtiendo que si así no se hace se presentará la correspondiente denuncia.
Al mismo tiempo, si dimos o firmamos en su día algún papel para nuestro Banco (la típica orden de domiciliación bancaria de recibos), para el pago de alguna o varias cantidades de dinero, no olvidemos hacer otra carta a nuestro Banco cancelando aquella orden inicial de pago.
Si comprobásemos que nuestra orden de baja o modificación no se ha atendido, enviaremos una sencilla carta de denuncia al organismo competente de vigilar y sancionar estos casos (En España, La Agencia de Protección de Datos).
Hemos perdido el hábito de escribir y enviar cartas, pero ya sea a mano o a máquina se tarda no más de quince minutos y es siempre una prueba estupenda en nuestro favor. Ah!, y es mucho más barato.
PD.: “Cuanto más sepas, mayor será tu confianza y menor tu miedo” (Oración Medewiwin. Ojibway; Tribu India de Norteamérica)