La firma en la Grafologia
Los rasgos de la escritura reflejan de manera inconsciente nuestra personalidad y nuestros procesos mentales. De ahí que aprender a interpretarla sea una herramienta de autoconocimiento verdaderamente útil. En esta sección intentaremos enseñarle a hacerlo de la manera más sencilla posible. Ojalá lo consigamos.
LA FIRMA
La firma expresa nuestro «yo» más íntimo, cómo nos vemos, cuál es la imagen que tenemos de nosotros mismos. Pero también refleja la forma en que nos proyectamos al exterior. Es pues importante saber lo que una firma indica ya que ello nos permitirá conocernos mejor y conocer a los demás.
Bien, el primer aspecto que debemos considerar son las posibles IGUALDADES O DIFERENCIAS entre el cuerpo de escritura y la firma.
Cuando las características grafognómicas son iguales a las del texto estamos ante una persona con una buena integración entre cómo es y cómo se manifiesta; podemos confiar en ella porque no debemos esperar que tenga dobleces. Son personas que se muestran como son.
Si por el contrario encontramos diferencias significativas entre la firma y el texto también existirán diferencias entre cómo es y cómo se muestra el autor del escrito.
En ocasiones encontramos un TEXTO DE ESCRITURA MUY CLARA cuya FIRMA ES TOTALMENTE ILEGIBLE… Pues bien, ante personas con ese contraste debemos desconfiar ya que la ocultación de intenciones es habitual; y lo peor es que la imagen que da es totalmente la contraria.
A veces aparecen también rasgos de gran sociabilidad y extroversión en el texto (como letra inclinada y óvalos abiertos) y, sin embargo, aparecen óvalos cerrados y letra invertida en la firma. En tales casos estamos ante una persona aparentemente sociable y extrovertida pero que guarda celosamente sus opiniones personales y sus temas más íntimos; la típica persona que habla con todo el mundo en una fiesta pero sin decir nada de sí misma.
Un caso especialmente significativo se da cuando las LÍNEAS DEL TEXTO SON ASCENDENTES PERO LA FIRMA ES DESCENDENTE. Suele tratarse de alguien que lo está pasando realmente mal, que se está hundiendo pero trata de dar una imagen de alegría y optimismo.
Respecto al TAMAÑO de la escritura en la firma lo normal es que sea igual que la del texto. En el caso de que LA FIRMA SEA DE MENOR TAMAÑO existe una clara falta de autoestima, algún complejo de inferioridad, falta de seguridad en sí mismo. En caso contrario, si LA FIRMA ES DE MAYOR TAMAÑO QUE EL TEXTO estamos frente a una persona que tiene una imagen muy positiva de sí misma, demasiado positiva, que cae en el envanecimiento.
A veces, si el tamaño de la firma es EXAGERADAMENTE GRANDE respecto al texto puede tratarse de un mecanismo de superación de un complejo de inferioridad. Todos conocemos al típico señor feo y bajito que se esfuerza de tal forma por superarse que termina siendo un triunfador y que, en ocasiones, pasa de escribir con una firma llena de complejos a tener una firma exageradamente grande. De hecho, muchas vanidades esconden realmente fuertes complejos.
¿Y cómo es la FIRMA IDEAL? Pues la que denota equilibrio y sencillez: CLARA, SENCILLA, LEGIBLE Y DE LAS MISMAS CARACTERÍSTICAS DEL TEXTO.
Por cierto, que es corriente entre los grafólogos comentar el hecho de que ciertos personajes mundialmente conocidos tienen algo así como una firma de diseño, es decir, una firma creada por grafólogos para cuidar al máximo su imagen. ¿Y cómo se detecta eso? Pues es sencillo: cuando uno encuentra a alguien cuyas características psicológicas no coinciden en absoluto con su firma es evidente que esa no es su firma, no la escribe: la dibuja como sus asesores le han enseñado.
Cabe decir, finalmente, que si nuestra firma no está equilibrada podemos tratar de modificarla para lograr una lo más positiva, clara y sencilla posible. Porque hacerlo así -no con el ánimo de aparentar lo que no somos- nos llevará inconscientemente a conseguir madurez psicológica y equilibrio personal ya que el cerebro terminará por asimilar los movimientos de la mano.
LA SITUACIÓN DE LA FIRMA EN EL TEXTO
Una firma ALEJADA o MUY ALEJADA del texto nos habla de respeto, introversión, distanciamiento. Por el contrario, una FIRMA CERCANA AL TEXTO refleja facilidad para el trato social, amabilidad, extroversión.
En el caso de que la firma esté casi ROZANDO AL TEXTO puede existir un exceso de cordialidad, de extroversión, hasta de falta de tacto en ocasiones.
SITUAR LA FIRMA EN EL CENTRO DE LA PÁGINA es un claro rasgo de equilibrio, de autocontrol. Si, en cambio, la FIRMA APARECE A LA IZQUIERDA de la página refleja introversión; y si está EN EL LADO DERECHO indica extroversión, seguridad, sociabilidad.
En el caso de que la firma se sitúe MUY A LA DERECHA de la página podemos encontrar casos de personas agresivas y demasiado apasionadas y precipitadas.