El Poder del Lenguaje
Asegurarse de que lo que usted dice es lo que quiere decir, comprender de la forma más clara posible lo que quieren decir los demás, y permitir a los demás que comprendan lo que quiere decir no es tarea fácil…….
Hablar no cuesta nada, según se dice; sin embargo, las palabras tienen el poder de evocar imágenes, sonidos y sentimientos en el oyente o el lector como sabe todo poeta, publicista o escritor. Las palabras pueden comenzar o romper todo tipo de relaciones, provocar peleas y guerras, hacer el bien, el mal…….
Las palabras nos pueden poner de buen o mal humor, van relacionadas directamente de una compleja serie de experiencias. Por esto la única respuesta a la pregunta ¿Qué significa en realidad una palabra?, es: ¿Para quién?.
El lenguaje es una herramienta de comunicación y, como tal, las palabras significan lo que la gente acuerde que signifiquen; es una forma compartida de comunicar experiencias sensoriales. Sin él, la sociedad no podría estar organizada de la forma que conocemos.
Cada uno de nosotros experimenta el mundo de una forma única. Las palabras están en sí mismas vacías de significado, como se hace evidente cuando se escucha una lengua desconocida de uno. Damos significado a las palabras mediante las asociaciones ancladas a objetos y experiencias de la vida. No todos vemos los mismos objetos ni tenemos las mismas experiencias. Podemos estar de acuerdo en el significado de la palabra «pastel» porque todos hemos compartido la misma visión, olor y sabor de uno; pero podríamos pasarnos horas discutiendo sobre el significado de las palabras abstractas como «respeto», «amor» o «política».
¿Cómo sabemos que hemos entendido a alguien?. Dando significado a sus palabras; nuestros significados, no los de la otra persona; y no hay garantía de que los dos significados sean los mismos.
¿Cómo damos sentido a las palabras que oímos?, ¿Cómo elegimos las palabras para expresarnos?.
Dos personas que dicen que les gusta mucho escuchar música, pueden descubrir pronto que tienen muy pocas cosas en común cuando uno diga que le gustan las óperas de Wagner, mientas el otro escucha rock duro. Si le digo a un amigo que estuve todo el día relajándome, puede que me imagine sentado en una silla viendo televisión toda la tarde. Si supiera que estuve jugando al tenis y luego di un largo paseo por el parque, podría pensar que estoy loco. También se preguntaría como es posible que la palabra relajación pueda usarse para significar cosas tan diferentes.
El lenguaje es un filtro poderoso para nuestras experiencias individuales; es parte de la cultura en que nacemos y no puede cambiar. Este, canaliza los pensamientos hacia unas direcciones, facilitando pensar de unas formas y dificultando pensar en otras. Discutir el significado real de una palabra es casi como discutir que un menú es mas rico que otro porque usted prefiere la comida de ése. La gente que aprende otro idioma casi siempre sufre un cambio radical en la forma que tiene de pensar sobre el mundo.
Los buenos comunicadores explotan los puntos fuertes y débiles del lenguaje; la habilidad de emplear el mismo con precisión es esencial para cualquier COMUNICADOR PROFESIONAL. Ser capaz de emplear las palabras precisas que tendrán significado en las «mentes» de los demás, y determinar de manera precisa lo que una persona quiere decir con las palabras que usa, son unas HABILIDADES VALIOSISIMAS EN LA COMUNICACION.
¿Sabía que en una presentación ante un grupo de personas utilizamos sólo un 7 por ciento de palabras, un 55 por ciento nos manifestamos por el lenguaje del cuerpo (postura, gestos y contacto visual) y el 38 por ciento por el tono de la voz?