Es preferible Reir que Llorar
La higiene es en esencia medicina preventiva. Por lo tanto higiene vocal significa práctica vocal, que resulta saludable con conductas vocales que no dañan o abusan la laringe.
Hay que tomar conocimiento de cómo la laringe ayuda a hacer muchas actividades importantes en las que puede estar comprometida su salud. Estas actividades pueden ser reír, llorar, toser, estornudar, aclarar la garganta, imitar sonidos, hacer esfuerzos (levantar cosas pesadas), ir al baño y sostener el aire.
Todas estas conductas pueden comprometer la higiene vocal al igual que el uso inapropiado de la voz hablada y cantada. Por ello es importante identificar y eliminar el abuso y mal uso vocal, identificar y eliminar los factores ambientales (que son inconscientes) con una buena higiene vocal.
La racionalidad de todas estas prevenciones es reducir la fuerza o el contacto de las cuerdas vocales o ambos. Lo importante es lograr disminuir la irritación de la mucosa y las conductas del abuso.
-Reposo vocal-
El reposo vocal se usó durante décadas, pero no se aconseja en nuestro tiempo. Sin embargo, puede ser muy razonable para minimizar un traumatismo cuando la mucosa de la cuerda vocal se recupera por sí sola o en casos de hemorragia vocal aguda, para reducir el traumatismo y evitar una hemorragia recurrente; estos casos serían los más comunes para aconsejar reposo vocal absoluto. Esto significa silencio; la comunicación se basa en carteles escritos o con señas.
El reposo vocal puede prescribirse en distintas patologías vocales, como laringitis inflamatoria o infecciosa, en la que las cuerdas vocales están inflamadas y el uso de la voz hablada o cantada puede producir otro daño en el nivel de los repliegues vocales.
Los profesionales de la voz deben estar guiados por un otorrinolaringólogo y una foniatra especializados en este tipo de tratamientos.
Los ejercicios de precalentamiento para el uso de la voz cantada o hablada pueden ser de gran valor. Es importante entender que el reposo vocal prescripto por el médico no sustituye una terapia vocal ejercida por una foniatra experta en problemas vocales.
Los profesionales de la voz deben minimizar el uso de la voz, ya sea en su forma hablada (como conversaciones telefónicas) o cantada cuando tienen laringitis, sobre todo los que tienen ensayos o actuaciones.
Se aconseja el precalentamiento de la voz con ejercicios suaves, en especial de resonancia y proyección al principio del día por varios minutos. Es preciso evitar el uso de la voz en actividades o lugares en los que hay mucho ruido, asimismo en lugares donde haya irritantes (aire acondicionado, polvo, humo de cigarrillo, humos artificiales de salas de teatro).