Los Emprendedores y la Empresa

EMPRENDER y EMPRESA son términos sinónimos, y de esto muchos

emprendedores pueden dar ejemplo. Hoy, más que nunca, el hecho de fundar una empresa, organizarla, lograr que crezca y hacerla perdurar en el tiempo es un hecho de emprendedores, personas con un sueño en mente que venciendo muchos obstáculos y desafíos logran su objetivo.

Hay que tener presente el rol importante que los emprendedores juegan en la economía de cada país dado que son uno de los principales generadores de riqueza.

Dicha riqueza es generada a través de la innovación, dado que son personas que la creación forma parte de su vida habitual, el pensamiento emprendedor se encuentra centrado permanentemente en la búsqueda de oportunidades, es quien trabaja en forma incesante en transformar ideas en pequeñas empresas.

Cuando se crea una sociedad, es un estilo colocar la cantidad de años por la cual se funda (en general, 99 años), por supuesto que la mayoría de la empresas no alcanzan esa marca. De ahí la importancia de contar con buenos emprendedores o empresarios que hagan que la empresa se mantenga en el tiempo. Podemos comparar esta hazaña con aquellos conquistadores que en el pasado navegaban los mares, con un objetivo en mente, justamente conquistar nuevas tierras. Toda una aventura, como hoy en sí también lo es manejar y organizar una empresa.

Al referirnos al empresario lo podemos definir, como un entrepreneur, alguien con “plena vivacidad y garra que da pruebas de iniciativas para emprender audazmente”.

Incluso cuenta un poco la historia del vocablo “entrepreneur”, muy usado hoy en la actualidad. Como ustedes sabrán hoy al término “entrepreneur” se lo considera un sinónimo del concepto “empresario”. Toda empresa que se considere pujante, debe ser comandada por un “entrepreneur”, alguien que acometa todas las batallas y lleve su ejército hacia adelante. Del término “entrepreneur” luego derivó el vocablo “intrapreneur”, alguien que actúa como un empresario pero siendo empleado de la misma, o sea, que se mueve con total soltura y asume todas las responsabilidades como si fuera el dueño de la empresa, y no se comporta como alguien que solo espera órdenes o debe cumplir con lo estrictamente acordado, sino que él mismo busca el crecimiento y la rentabilidad de la empresa (por lo tanto, también su propia riqueza a través de bonus – o paga variable -) por todos los medios que estime necesario.

Para ello, la estructura de la empresa debe ser perfectamente abierta a este tipo de ejecutivos, es más, generalmente son las empresas las que buscan este tipo de personas para formar sus cuadros gerenciales.

Una condición imprescindible pero no suficiente para que haya empresa es la existencia del espíritu emprendedor, también deben poseer competencias empresarias elementales para poder realizar el pasaje de la idea a la empresa y por último las competencias gerenciales y técnicas, el tema del gran debate de muchos autores dada la franja que se presenta entre ser emprendedor o entrepreneur y el gerente.

Muchos autores sostienen que un emprendedor es muy difícil que pueda llegar a ser un gran gerente dado que al emprendedor muchas veces le cuesta mucho poner los pies sobre la tierra, como consejo de muchos autores es que detrás de todo gran emprendedor debe haber un gran administrador, en mi opinión el Emprendedorismo y la educación gerencial deben ir de la mano en la creación de ese emprendedor empresario.

Empresario se nace y luego se hace. Considero que gran porcentaje de la conformación de un empresario, proviene de su propia madurez personal e iniciativa. O sea, alguien que cuenta principalmente con un amplio poder de convicción, liderazgo, motivación para sí mismo y para los demás, sentido común, de naturaleza comunicativa, con facilidad para interrelacionarse socialmente, siempre con necesidades insatisfechas de aprender y de superarse constantemente, y muy creativo para idear soluciones a todos los problemas.

Alguien que no es maduro, alguien que no sabe “que hacer de su vida”, que no sabe “conducirse” personalmente, muy difícilmente pueda conducir a los demás.

En síntesis, considero que una persona no equilibrada emocionalmente, con una falta de madurez personal, es muy difícil que sea un buen empresario, un buen líder. Podrá ser un buen hombre de negocios, pero no un empresario como lo entendemos, o sea, un entrepreneur. Como decía al inicio, un empresario se nace y luego se hace, formándose y capacitándose constantemente, elementos que motivan la cultura emprendedora, porque ya sabemos que hoy el principal capital – y el que hace la diferencia – es el capital intelectual.

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