Master en España

María Benjumea, directora general de Círculo de Progreso e Infoempleo, dice que un Master en España prepara para estar al día de las necesidades del mercado laboral.

Desde que se produjera el «boom» de los másters allá por los años 80, el mercado de trabajo parece rendido a los pies de estas titulaciones que conceden numerosas escuelas y universidades en España..

Señala que el sector de postgrado al no estar supeditado a una normativa estricta, es mucho más flexible para adaptarse a cualquier demanda.
Esa flexibilidad es total en los programas generalistas y, sobre todo, en los centros de mayor prestigio internacional, aunque esta tendencia cala más en los cursos especializados.

Precisamente, lo que caracteriza a estos estudios es su vertiente práctica pues, a diferencia de los universitarios, están pensados para ser aplicados directamente en un puesto de trabajo. No olvidemos, además, que una de las razones que impulsa a los profesionales a matricularse en unpostgrado es actualizar sus conocimientos.

Año tras año, el número de cursos crece, ya que se trata de una oferta muy dinámica que también nos indica la preocupación por estar al día y responder a las necesidades del mercado de trabajo y de los demandantes de empleo.

El Master no es una moda, sino una necesidad porque la empresa quiere que los profesionales tengan una formación práctica y sean capaces de solventar ciertos problemas, y este tipo de enseñanzas no se imparte en la Universidad.

La sociedad actual está en permanente cambio, pide nuevas maneras de hacer que tienen una formación detrás, es el «learning by doing», un pilabásico de los programas de postgrado. La formación universitaria es importantísima, pero es teórica. Y esto no es un reproche, se requiere también una formación teórica, de base, pero no está adaptada a las necesidades de la empresa.

Por todo ello, no podemos decir que el máster sea una moda. La empresa lo valora cada día más, sobre todo para puestos directivos. Si repasamos las ofertas de empleo, se observa que es un requisito cada vez más frecuente para optar a un puesto de director de RR.HH. de asesoría jurídica o financiero.

Ahora bien, no es cierto que para desempeñar cualquier trabajo cualificado sea necesario estudiar un máster. Tenemos que tener claros qué beneficios nos va a reportar: un ascenso, un cambio de trayectoria profesional, mayores posibilidades de empleo cuando no tenemos
experiencia laboral…Y,entonces, elegir un programa y esperar que colme todas nuestras expectativas.

Hay distintas teorías de cuando un recién licenciado debe realizar un master .Considero que es mejor que cuando un estudiante termine la carrera se incorpore al mercado laboral y adquiera prácticas y experiencia. Así sabrá, de primera mano, cuáles son las exigencias de la
empresa y, después, aprovechará mejor las enseñanzas del máster.

Para matricularse en alguno de estos programas se requiere una experiencia mínima de uno o dos años. Pero, con independencia de lo requisitos de admisión, es más interesante conocer primero el mundo real. Por otro lado, los jóvenes deben asegurarse de que el máster que les interesa está valorado en el mercado.

Nosotros siempre decimos que las salidas no deben condicionar la elección de carrera, porque se puede llegar al ejercicio de muchas profesiones desde distintos puntos de
partida. Sin embargo, los máster están orientados al ejercicio profesional.

En el caso de profesionales con más experiencia, en lo que se refiere a contenidos, un Master o bien les puede procurar habilidades directivas y de gestión o bien unos conocimientos muy actualizados y específicos, no relacionados con la gestión, sobre el área que les interese.

La formación continua ha dejado de ser una declaración de buenas intenciones para convertirse en una demanda real por parte de la empresa que, en muchas ocasiones, ya no valora el postgrado, sino que lo exige y lo incluye como un requisito más, junto a la carrera universitaria y la experiencia acumulada en un puesto similar al ofertado.

De ahí que los profesionales, para mantener su atractivo en este escaparate que es el mercado laboral, recurran, con buen criterio, a los másters. Pero, además, estudiar unpostgrado en un centro de prestigio brinda la posibilidad de entablar relaciones con otros profesionales y directivos que pueden ser muy beneficiosas en el futuro. No olvidemos, además, que la agenda, la red de contactos es un valor en alza que incluso se tiene en cuenta en algunos procesos de selección.

En cuando si estudiar dentro o fuera de España, lo importante no es que se elija una escuela de dentro o de fuera de España, sino que sea la mejor. Ahora bien, trabajamos en un mundo global de mercados y recursos, y no sólo las multinacionales operan en varios países,
también hay pymes que tienen clientes extranjeros; en este contexto, haber estudiado un máster fuera de España añade valor a una candidatura.

Una experiencia así implica el dominio de un idioma extranjero, una capacidad para desenvolverse y adaptarse a otros entornos, y conocer de primera mano la cultura y el modo de trabajo de un país extranjero.

Pero insisto en que la elección del centro es capital. Si nos marchamos fuera para estudiar un máster, la inversión de dinero es mayor que si lo hiciéramos en España, y si queremos rentabilizar al máximo esta inversión hay que buscar un centro que merezca la pena, que nos dé una buena formación y que tenga un nombre a escala internacional.

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