De un Orador a un “Buen” Orador

Para desarrollar un discurso útil y comprensible tanto en el papel como frente al público es necesario el entrenamiento, pero antes, es condición esencial que analice cómo se desenvuelve “Usted” cotidianamente durante el acto de la comunicación. A veces, hay alumnos que tienen condiciones naturales porque les ayuda su personalidad e incluso la amplitud de vocabulario con la que cuentan, sólo que a ello se le agregan otros puntos a los que es preciso ponerle mucha atención.

Ahora hágase éstas preguntas:

¿Sé estructurar un discurso de forma óptima?

¿He tomado conciencia del objetivo que tiene el discurso que emitiré?

¿Domino el tema que abordaré frente al público?

¿Me tomé el tiempo de conocer quienes integrarán el auditorio frente al cual disertaré? ¿ Puedo hacerme una idea del mismo?

¿He tenido en cuenta cuáles pueden ser los planteos o cuestionamientos una vez emitido mi discurso?

Una vez obtenidas las respuestas en este test personal es posible detallar los otros puntos que hacen de un disertante un “buen orador”.

Siempre digo que la comunicación efectiva comienza desde casa en el mínimo acto de transmitir una idea y luego sí cualquiera puede entrenarse para “las ligas mayores”.

¿Cómo nos convertimos en buenos oradores?

a) Teniendo una actitud personal segura.

b) Expresándonos claramente aún cuando se utiliza un amplio vocabulario.

c) Utilizando términos técnicos u otros idiomas sólo cuando sea necesario y teniendo en cuenta el tipo de auditorio que recibe el mensaje y si es preciso aclarar lo dicho, jamás se duda en ese sentido.

d) Recordando a cada momento a qué tipo de auditorio se emite el mensaje.

e) Preparándonos en el tema que estamos desarrollando y con ello de seguro despertaremos interés en el público asistente.

f) Aprovechando la tecnología que esté a disposición ,ya que, contribuye a la credibilidad de un disertante, colabora en el tiempo de exposición de una idea y ayuda a exponer gráficamente y sin complicaciones los temas además de cooperar con la memoria.

g) En caso de recurrir a frases o dichos será oportuno citar la fuente a menos que sean anónimos o populares.

Como observará he utilizado en este artículo la síntesis y la didáctica, éstos también son puntos importantes para aspirar a ser un buen orador. El criterio equilibrado siempre ayuda a intuir qué palabras están de más…por esto, me despido hasta la próxima semana y me voy cantando bajito …silencio en la noche…ya todo está en calmaaa…

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