La Grafologia es una ciencia

Tal como sucede en ocasiones en la vida, una casualidad acercó a Enrique Mateo Orús a la grafología. Se encontró un libro sobre el tema escrito en francés mientras viajaba en el tren rumbo a su pueblo natal, Tolosa. Interesado, en un principio, por servirse del tomo para mejorar el idioma galo, el contenido le despertó la pasión por el estudio de la personalidad a través del manuscrito.

En ello lleva cuarenta años y ha creado escuela en Santo Domingo de la Calzada, llegando a promover, junto con sus alumnos, la Asociación de Investigación Grafológica (ASINGRA).

-¿Cómo se inició?
-Al ver que los postulados del libro en francés y de otro que me regaló mi prima, Ana Jesús Orús, y observando que todo lo que estaba aprendiendo se cumplía con los amigos y compañeros, me dije: ¡que la grafología es algo serio!
-¿Qué despertó más su atención?
-Suelen decir los grandes grafólogos -yo no lo soy desde luego-, que buscan conocer a los demás, pero lo que desean es conocerse a ellos mismos.
-Y, ¿en esas continúa?
-Bueno, estuve un tiempo un tanto alejado pero, con la llegada de Internet, me fui metiendo más. Me propuse crear una página web con la intención de desmitificar un poco este mundo, hacer ver que no se trata de nada esotérico, adivinatorio, ni nada por el estilo.
-Entonces, ¿es una ciencia?
-Es que es ciencia.
-Pero, ¿eso es una percepción personal o corroborada por otros?.
-Eso está demostrado por neurólogos…, lo que ocurre es que hay un cierto margen de error que no es achacable a la grafología en sí, sino a los propios grafólogos, que no sabemos interpretar correctamente algunos signos. Claro está, hay también algunos pseudografólogos que sólamente por comprarse un libro ya creen que saben. Cuando explico la grafología a los alumnos les recomiendo, sobre todo, mucha prudencia. Suelo decir, lo que ves en un sólo rasgo, te tiene que aparecer, por lo menos, en tres o cuatro más antes de estar seguro y dar por buena una determinada característica de la persona.
-¿Qué se puede averiguar de una persona a través de su escritura?
-Todo. Inteligencia, problemática, memoria, concentración, rapidez de acción, rapidez de juicio, si una persona es activa, es moderada, es sumisa, es terca, voluble…
-Y, ¿su estado de ánimo?
-Sí, sí.
-Si se encuentra un folio manuscrito por la calle, ¿puede llegar a averiguar cómo es esa persona que lo ha escrito?
-Sí, incluso con una sola firma yo me atrevo a decir seis u ocho características del individuo. Hay algunas firmas tan definitorias que me pueden me dar hasta veinte características personales, pero también hay otras que no dan más de un par.
-¿Le hubiera gustado dedicarse a la grafología profesionalmente?
-Claro que sí, y no lo descarto. Este año me voy a sacar el máster europeo en grafoanálisis y entonces, nunca se sabe.
-Ahora mismo, ¿qué utilidades profesionales tiene lagrafología?
-Se usa en selección de personal.
-Y esa utilidad, tal vez más literaria, como perito en juicios y demás…
-Eso es la pericia caligráfica, que es distinto, aunque hacen falta conocimientos elementales de grafología. El año pasado, Francisco Viñals y María Luz Puente, el primero, hoy por hoy, la máxima autoridad junto con Mauricio Xandró, demostró en un juicio que una persona había firmado un documento bajo presión y fue admitido por el juez.

Curso: https://www.campusdigital.com/cursos/psicologia/curso-analista-grafologico.aspx

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