Tener Ilusiones
En el camino de la vida es necesario tener siempre algunas ideas claras para volver a ellas cuando los obstáculos nos dificultan ver con claridad nuestro rumbo. Les acercamos ahora párrafos del libro del psiquiatra español Enrique Rojas «La ilusión de vivir» que nos ofrece elementos de apoyo para recorrer ese camino.
«Es preciso humanizar la sociedad de nuestros días. Ante tantos avances de la ciencia y la técnica, no debemos permitir que lo humano pierda fuerza y quede como un reducto estelar para momentos especiales. Si eso fuera así, habría que arrojarse en brazos de la moral del naufragio:sálvese quien pueda.
La ilusión constituye la dimensión esencial del porvenir. No su contenido pero sí su envoltura. Con ella podemos sostenerle la mirada a la vida, abrir los ojos y soñar, pero sabiendo que hay que pelear a fondo para que esos sueños se hagan realidad. Ante la vorágine de los tiempos que nos ha tocado vivir,es menester ir tejiendo ilusiones que se sitúen en nuestro horizonte como imanes que nos atraen hacia un campo magnético.
La primera ilusión que propongo pues es trabajar sin prisa, con el alma, dando lo mejor que uno posee. Gozar con la tarea que se tiene entre manos, amando el trabajo bien hecho. De esta manera, uno se va haciendo dueño de su propia trayectoria a pesar de los mil avatares y circunstancias que la van bombardeando. Los argumentos de la vida personal cobran así un inusitado entusiasmo.
Felicidad e Ilusión forman un binomio inseparable. Inyectar ilusión en el proyecto de uno es revitalizarlo, darle energía, pulirlo, adecentarlo, vacunarlo contra ese enemigo que es la monotonía y el desgaste de todo lo que tocamos. Así se van desgranando los esfuerzos para alcanzar lo mejor, y cualquier naufragio resulta positivo, enseña una lección concreta de la que cabe aprender algo.
Si los años años arrugan la cara, el carecer de ilusiones arruga el alma y uno se vuelve viejo. La juventud no depende de los años, sino de la frescura y lozanía de los planes por cumplir y las metas por rebasar. La ilusión es uno de los sentimientos más fértiles para avanzar, adelantarse y sobrevivir. Anticipación, futuro, expectativas, esperanza…Una persona con ilusión siempre está vibrando y se eleva por encima de las realidades por difíciles que éstas sean.
La ilusión, pues, es alegoría gozosa vertebrada de desafíos, profecía que precede a la conquista, alegría de ser capaz de levantar los ojos y mirar por sobreelevación. Como dice Julián Marías, estar ilusionado es de algún modo desvivirse, verbo privativo y reflexivo a la vez;»desvivirse es la forma suprema del interés, veo en él el correlato de la ilusión».
En pocas palabras, tener ilusión es ser uno mismo. Tener ilusión es patrocinal la alegría.