Ecoturismo en Amazonia
Cuando en estos tiempos se discute a nivel global cómo cuidar el medio ambiente, y en particular la biodiversidad de la Amazonía, de la que el Perú es uno de sus responsables, grupos de nativos se convierten en operadores turísticos y desarrollan políticas destinadas al cuidado de la naturaleza.
The Economist se situó en plena jungla de Madre de Dios, en la zona del río Tambopata, donde Rainforest Expeditions, empresa que maneja la Posada del Amazonas, utiliza el turismo con el objetivo de fomentar la conservación.
Conformada por aproximadamente 30 casitas que sirven de alojamientos turísticos rodeados de inmensos árboles, el lugar responde a la descripción de un tranquilo Edén, según el artículo titulado “Ruido en la selva: Cómo el descarado capitalismo puede ayudar a salvar la selva amazónica”.
Posada Amazonas reposa sobre una curva en el río Tambopata, en las dos mil hectáreas de propiedad de 148 familias en la comunidad de Infierno. En 1996, Rainforest Expeditions entró en un común acuerdo de 20 años con la comunidad, cuya mayoría es indígena.
Por ello, comparten la toma de decisiones a través de un elegido “comité de control” y recibieron el 60% de los beneficios de un total de US$130 mil el año pasado. La compañía ahora los está capacitando a fin de que puedan hacerse cargo de toda la operación en el 2016.
El acuerdo ya está pagando buenos dividendos: la alfabetización, nutrición y atención sanitaria ha mejorado en gran medida, mientras que el bosque circundante permanece intacto. “Hemos parado mucho la caza ilegal”, opina un miembro del comité, Carlos Dejavijo.
Debido a que Rainforest Expeditions es una empresa sin fines de lucro, sostiene Eduardo Nycander –uno de sus fundadores–, se ha podido llevar a cabo la conservación y el desarrollo social de la zona más ágilmente que los gobiernos o las ONG.
Actualmente, en coordinación con Odebrecht, que ejecuta la construcción de la carretera Interoceánica, espera establecer un corredor de ecoturismo a lo largo de la vía que unirá el país con el Brasil.
* Madre de Dios ha experimentado un auge de ecoturismo. Más de 70 “hospedajes ecológicos” atienden a los turistas de todo el mundo ansiosos por experimentar el Amazonas. El año pasado más de 60,000 extranjeros visitaron la zona.