La Grafoterapia

La letra, como registro de la funcionalidad cerebral, puede delatar enfermedades y conflictos. Aquí un acercamiento a la terapia grafológica que sorprende.

Cuando me hablaron de que existía una terapia que sanaba males psicológicos y físicos a través de la letra imaginé que era otra superchería más, en esta época de curas milagrosas de tres pasos. Para ver si realmente funciona este método pedí hora con Claudio Silva, grafólogo con años de pericia en el tema y parte del Centro de estudios grafológicos de Chile.

Allí me atendió con su mayor amabilidad y me explicó que la Grafoterapia era una especialidad de la grafología científica que puede modificar todas aquellas deformaciones que se manifiestan en el ‘gesto gráfico’ es decir cualquier cosa que uno escriba o dibuje, con el fin de sanar. Para realizar el acto de escribir, me explicó, es necesario que exista un equilibrio entre el desarrollo emocional, intelectual y la motricidad, cualquier falla de estos ámbitos se manifiesta ahí.

Me hizo dibujar un árbol, una persona bajo la lluvia, un paisaje y redactar media hoja con firma incluida. Con mi mejor cara de pocker realice lo pedido. Y con el mismo rostro fui testigo de una descripción detallada de mi vida, con años cruciales, detalles de mi personalidad y problemas que enfrento.

¿Cómo alguien que no me ha visto jamás puede saber hasta la forma en que nací? Lo que pasa me explicó el experto, es que ‘la letra es el registro de la funcionalidad cerebral, no es un mono simple’ por tanto todo lo que está pasando en lo más profundo de la psique está desplegado en nuestra grafía.

Ahora esto no es menor dado que a través de este estudio se pueden detectar problemas psicológicos, enfermedades potenciales, inipientes y desarrolladas de todo ámbito. Un punto reiterativo en un escrito puede ser la clave.

Así cuenta este grafoterapeuta que asegura que por ejemplo descubrió en una paciente un punto reiterado en su texto y le dijo sutilmente que fuera a ver el médico. La mujer desapareció por meses, para volver agradecida, porque había sido tratada de un cáncer microscópico, pero altamente maligno. Se curó a tiempo.

Y es que para esta disciplina la relación entre la enfermedad literal y el conflicto emocional histórico es evidente. ‘¿Por qué si genéticamente nacemos con la inclinación a generar supongamos que 100 enfermedades sólo desarrollamos 3? Tiene que ver con la influencia emocional. Por ejemplo todos los enfermos de cáncer tienen un tema en común: las culpas’ precisa el experto.

Tratamiento

Una vez hecho el diagnóstico la terapia se desarrolla basándose en la ‘reeducación del trazo, pero una reparación conciente de ello, de lo que significa el trazo errado, su relación con un tema propio que genera la enfermedad y el ordenar el cambio al cerebro’.

El especialista explica que el ser humano es capaz de hacer sólo 12 trazos. Cada trazo tiene una forma correcta de ser ejecutado, por tanto ubicadas las distorsiones, se trabaja en corregirlas.

‘El grafoterapeuta determina exactamente cuál es la anormalidad del gesto gráfico, lo que ayudará a elaborar los ejercicios gráficos que correspondan a las correciones de éste para cada caso’ detalla Silva.

La terapia también contempla actos reparatorios. Por ejemplo, una persona enferma de cáncer suele entrar en compasión al enterarse de su diagnóstico. Comienza a decir ¿qué será de mí? Eso lo deprime emocional y físicamente ‘Nosotros le enseñamos a enojarse con su cáncer, a expulsarlo. En niños que les hemos enseñado a dibujar su tumor y a destruirlo, a no aceptarlo, sus defensas se han disparado y eso puede ser científicamente comprobado’ puntualiza el grafóterapeuta.

Así ha curado bulimia, anorexia, ha mejorado el estado de enfermos de cáncer y ha detectado tumores tempranamente. En niños con problemas de expresión o tartamudez este método tiene una gran efectividad.

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