Alimentación Natural e Internet

¿Qué tendrá que ver la alimentación natural con internet?

Últimamente escucho a mamás preocupadas por el tiempo que sus hijos pasan frente a la computadora navegando que hasta dejan de ingerir alimentos, o por lo menos, en la forma y tiempo que fuera de desear.

Por cierto que hay opiniones encontrada – algunas a favor, otras en contra- según quien las emita y esto me remite a mi propia experiencia con este medio hasta no hace mucho impensado.

Como veterana en este tránsito por la vida, miraba la PC con una mezcla de asombro y desconfianza. Recuerdo esos primeros pinitos con la computadora como muy trabajosos, con mucha inseguridad y un sin fin de dudas.

Pero un día llegó -por esas cosas de la vida- la propuesta del CAMPUS y comencé a mirar la computadora de otra manera y a interesarme por sus posibilidades. No ya desde el lugar del rechazo a lo nuevo y desconocido -podríamos decir desde el temor a lo desconocido, la resistencia al cambio- sino desde la apertura a un nuevo medio, a una nueva manera de llegar al otro, distante o no tanto.

Y, una vez más, la vida me demostró que no son los medios -cualquiera sean- sino nosotros, los humanos, los que hacemos uso y muchas veces abuso de las maravillas a que tenemos acceso.

La preocupación o quejas -amorosas por cierto- manifestadas por las mamás a que hacía referencia, se debían en general a las horas que sus hijos pasan delante de la computadora, sin respetar siquiera los horarios de las comidas y que apenas toman un bocado delante de la misma.

Y, esto me llevó a relacionarlo con la alimentación natural, ya que, cuando hablamos de alimentación natural, no sólo nos estamos refiriendo a un ingrediente en especial, sino a los hábitos alimentarios que juegan un papel tan importante como la calidad del alimento ingerido.

Recordar esos hábitos o costumbres, que estuvieron presentes en nuestra vida cotidiana y que cada uno podría atribuir a rarezas propias de sus mayores y que hoy están como olvidadas en el trajín diario, por lo menos en el mundo occidental que nos toca caminar.

Vienen a mi memoria algunas de esas premisas básicas a la hora de sentarse a la mesa que me permito mencionar, sin que sean las únicas ni las más importantes, pero que lindo sería que pudiéramos rescatar aquellas que nos harían disfrutar de un momento de paz y armonía con uno mismo, con nuestro alimento y por supuesto, con nuestro entorno.

¨ Lavarse las manos antes de tomar cualquier alimento: Se refiere a elementales nociones de higiene, para evitar la contaminación de los alimentos. Actitud que nos predispone de otra manera, con respeto hacia el alimento a ingerir.

¨ Agradecer la comida antes de tomar el primer bocado: Con una connotación religiosa, esta actitud de recogimiento nos prepara para la ingesta, tranquilizando (bajando los decibeles), serenando nuestra mente.

¨ Comer en silencio. ¡En la mesa no se habla!, decía mi abuelo cuando éramos niños. ¡Cuánta razón tenía! La mesa es el lugar para tomar nuestro alimento y no debiera ser el lugar para las discusiones. Estas pueden quedar para otro momento más oportuno.

¨ Darse tiempo para ingerir los alimentos. Sentados a la mesa (casi, con tanta concentración como si estuviéramos sentados ante la computadora), compartiendo nuestro pan de cada día. Suspender -por unos pocos minutos diarios- toda otra actividad, aún las que nos parezcan o sean muy importantes.

Estas y muchas otras, que cada uno recordará, hacen a una alimentación más saludable, acorde con los ciclos biológicos, a los ciclos naturales. La naturaleza no trabaja demás, cuando llueve, no vemos el sol, cuando hace calor, no hace frío y así hasta el infinito.

Tal vez, viéndolo de esta manera, podamos separar nuestras innumerables actividades y cuando nos alimentamos, nos alimentamos, cuando navegamos por internet, navegamos. Cada cosa en su lugar y armoniosamente.

Share this post


MONEDA
USD
EUR
ARS
CLP
MXN
COP
PEN
BRL
UYU
BOB
Abrir chat
Hola 👋
¿Necesita ayuda? estamos online!